"De lo SOCIAL a lo PSÍQUICO..... y Visceversa"
Texto escrito a partir de la problemática social planteada en: - EL COLAPSO DE LOS SISTEMAS: "El Circuito del MAS".
Es interesante entender cómo los espacios psíquicos y sociales están fuertemente articulados. Así como los seres humanos han formado sociedades y culturas, somos también efecto de los sistemas en los que nos constituimos. No somos seres aislados ni individuales. De esta manera, los miembros que constituyen un sistema social, se van incorporando a éste y van instalando valores, normas, estilos de vida. Así mismo, a medida que cambia la sociedad, van surgiendo también, nuevas subjetividades con distintas problemáticas y enfermedades.
En estas últimas décadas, se han ido conformando nuevos grupos sociales, como efecto de transformaciones vinculadas a la tecnología, la globalización y las nuevas formas de consumo.
Hay pacientes que consultan al médico, al psiquiatra o al psicólogo con algún tipo de sintomatología física o psíquica, producto del estilo de vida que llevamos: insomnio, ansiedad, irritabilidad, cansancio, intolerancia, dificultades interpersonales, incluso problemas derivados de la alimentación. Estos pacientes buscan recetas o consejos que permitan seguir funcionando de la misma manera y en ocasiones lo consiguen.
Es interesante entender cómo los espacios psíquicos y sociales están fuertemente articulados. Así como los seres humanos han formado sociedades y culturas, somos también efecto de los sistemas en los que nos constituimos. No somos seres aislados ni individuales. De esta manera, los miembros que constituyen un sistema social, se van incorporando a éste y van instalando valores, normas, estilos de vida. Así mismo, a medida que cambia la sociedad, van surgiendo también, nuevas subjetividades con distintas problemáticas y enfermedades.
En estas últimas décadas, se han ido conformando nuevos grupos sociales, como efecto de transformaciones vinculadas a la tecnología, la globalización y las nuevas formas de consumo. Hay pacientes que consultan al médico, al psiquiatra o al psicólogo con algún tipo de sintomatología física o psíquica, producto del estilo de vida que llevamos: insomnio, ansiedad, irritabilidad, cansancio, intolerancia, dificultades interpersonales, incluso problemas derivados de la alimentación. Estos pacientes buscan recetas o consejos que permitan seguir funcionando de la misma manera y en ocasiones lo consiguen.
En otras ocasiones, se encuentran con psicólogos que intentan ir más allá del síntoma, indagando en la particularidad de cada paciente: ¿Desde cuando le sucede esto? ¿Se asocia temporalmente con algún acontecimiento?.
Estas y otras preguntas permiten que vayan apareciendo temáticas de la vida cotidiana, las relaciones, los quehaceres, el trabajo, la vida social, que van ampliando y profundizando la conversación. Se abren puertas para entrar en algunos terrenos que siempre han estado ahí, latentes, dormidos, acallados, pero que de alguna manera están "haciendo alarma".
Los seres humanos nos encontramos marcados por ciertos discursos y muchas veces se vive en función de éstos sin saberlo. Cuando la persona empieza a hablar de temas que habitualmente no habla, algo de su psiquismo se moviliza y va descubriendo por qué está donde está y que lo ha llevado a esto.
Vinculado al tema de la sociedad de consumo, por ejemplo, hay personas que vivieron carencias en su infancia y en la vida adulta tienden a obtener múltiples cosas, intentando saldar faltas transgeneracionales consigo mismos y con sus cercanos. De esta manera, se ha ido instalando el concepto de que a los niños hay que darle todo lo que ellos mismos no tuvieron: "que no les falte nada" y tienden a colmar esa falta con abundancia de objetos.
Los seres humanos nos encontramos marcados por ciertos discursos y muchas veces se vive en función de éstos sin saberlo. Cuando la persona empieza a hablar de temas que habitualmente no habla, algo de su psiquismo se moviliza y va descubriendo por qué está donde está y que lo ha llevado a esto. Vinculado al tema de la sociedad de consumo, por ejemplo, hay personas que vivieron carencias en su infancia y en la vida adulta tienden a obtener múltiples cosas, intentando saldar faltas transgeneracionales consigo mismos y con sus cercanos. De esta manera, se ha ido instalando el concepto de que a los niños hay que darle todo lo que ellos mismos no tuvieron: "que no les falte nada" y tienden a colmar esa falta con abundancia de objetos.
Otras personas viven situaciones actuales de profunda soledad y compran cosas para tapar este vacío, hasta endeudarse. Otros, tienen dificultades personales o familiares y el trabajo excesivo permite evadir los problemas y no tener que pensar.
Estos son solo ejemplos, hay tantos como historias y personas pudieran haber.
Si bien la voragine de la sociedad de consumo es un fenómeno que va más allá de nosotros y que no está en nuestras manos controlarla en lo global, es importante preguntar-se "¿por qué llegué a esto?", "¿qué busco llenar?", "¿qué me falta?".
Cada ser se instala en lo social, desde su propia historia, circunstancias y orígenes. Estas y otras preguntas permiten ir de-construyendo mitos, relatos, discursos, palabras que marcaron. Se trata de ir desenrollando una madeja e ir desatándola poco a poco. Desde ahí, se va haciendo posible cambiar de posición subjetiva para ir enfrentando los mismos temas, desde otro lugar.
Viene de: "EL ESTRÉS Y EL MUNDO DE LOS EXCESOS"
- EL COLAPSO DE LOS SISTEMAS: "El Circuito del MAS"
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