¿QUIEN TIENE HAMBRE?

 “Había una vez una boca que se comía todo: tortas, pasteles, cuchuflies, dulces. 
Había también un estómago que no quería más y le decía “boca, no sigas, no quiero más, no me cabe más comida”.  
Pero la boca seguía, comiendo y comiendo todo lo que encontraba, sin escuchar al estómago. En la noche, el estómago estaba muy adolorido, hinchado, se sentía muy mal y terminó botando toda aquella comida que le sobraba”. 
Después de esta experiencia, cada vez que el hijo de Sylvia quiere comer más, ella le contesta: “espérate un rato, a ver qué dice la guatita…”

Una conversación recurrente en estos tiempos es en relación al peso, dietas, rollos, guatas y demases. El consejo habitual es “si para bajar de peso hay que pasar HAMBRE”, afirmación que puede volverse conflictiva si no se tiene claro este concepto o si no lo acotamos a su justa dimensión.  

En nuestra cultura se le llama “hambre” a todo lo relacionado con echar comida a la boca. Sin embargo, es importante aclarar que el hambre es una necesidad que tiene todo organismo para sobrevivir y desarrollarse, un instinto que busca un objeto específico de satisfacción y que, al alcanzarlo, produce saciedad, tranquilidad, un estado base para poder realizar las funciones y acciones del día a día.

La diferencia radical entre los seres humanos y los animales, en relación a este esquema necesidad fisiológica-objeto de satisfacción, es que las personas, desde el inicio de su vida, van ligando esta necesidad a una relación con otro. Al igual que el bebé, el animal mamífero al nacer toma PECHO DE SU MADRE, sin embargo cuando deja de hacerlo, se desliga de ella e incluso la olvida. El ser humano, en cambio, al tomar pecho de su madre, va estableciendo una relación con ella que será fundamental para ese momento y, también, para el futuro. Por esto, se dice que la madre no solo lo alimenta de comida, sino también de afecto, cariño, atención y todo lo que puede requerir una persona en sus primeros años de vida y posteriores. 

Entonces, ya en estos primeros años de vida se va estableciendo una diferencia entre los humanos y los animales, donde el esquema en el ser humano sería: necesidad fisiológica-objeto de satifacción – relación con otro.

Este tercer elemento que se incluye, que se trata de la relación con el otro, se va haciendo tan intenso e importante, que va "tapando" la necesidad inicial, orgánica, hasta dejarla casi de lado. Este fenómeno produce que muchas veces se empiece a confundir el estado fisiológico llamado “hambre” con todo lo que conlleva y las personas van dejando de saber por qué comen. De hecho, muchas veces los bebés chupan el pecho de la madre solo por el hecho de tener la satisfacción de chupar o bien, para estar cerca de ella.
 
Todo este preámbulo sobre la infancia es para entender que cuando se come, a lo largo de la vida, NO siempre se está buscando nutrir el cuerpo para sobrevivir, sino que se está buscando lo que hay alrededor, que tiene relación con la manera cómo cada persona ha ido ligando el tema de la comida al otro y que no siempre ha sido beneficioso para la salud. Se come para buscar afecto, para reunirse con los demás, para tapar una carencia, para sentir el placer de chupar, de saborear, para calmar la angustia, para calmar la ansiedad: a veces, el cuerpo ya no necesita alimento, pero el "alma" sí.

Cuando se quiere bajar de peso, es importante investigar cuáles son los propios motivos que llevan a una persona a comer más de lo que su cuerpo necesita. Entender el concepto de “hambre” en su justa dimensión, distinguirlo de lo que lo rodea, de aquello que “llena”: el hambre se siente en el estómago, lo otro se busca con la boca. Reducir su significación a lo que efectivamente es, permite realizar de mejor manera las dietas. 

Para realizar este proceso hay que ir elaborando todos los temas que se han vinculado a la comida a lo largo de la vida y que, además, han ido constituyendo el espacio psíquico de cada persona. No siempre resulta fácil, ya que es la propia historia la involucrada.

Ver más:
"Como la Cultura produce Gordura"
- "Ya gorditos, a ver Fed Up. Ahora mismo."
"Vegetarianos en la Sociedad de Consumo"
- "Para Adelgazar hay que Hacer un Plan"


Comentarios

  1. Tiene sentido lo que planteas. Es un tema complejo ya que el estilo de vida rápido y dinámico, la carencia de afectos, el estereotipo que la sociedad plantea, los médicos, ser delgada es estar saludable, comer sano hace bien es contradictorio a la publicidad, precio, ofertas conjugado con poco tiempo para cocinar. Quien puede seguir un regimen??

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  2. Si, es cierto. No es fácil seguir un régimen, ya que uno de los temas a considerar es respetar los horarios de comida. Sin embargo, si hay una organización previa, una estructura que ayude a ordenar otras cosas como el consumo de calorías, por ejemplo, se hace más posible.
    En todo caso el artículo apunta más a lo que está en juego en la relación particular con la comida que cada persona ha establecido a lo largo de su vida y esto se da en todas partes.

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